Las bacterias intestinales tienen la capacidad de descomponer los azúcares liberando hidrógeno. Este pasa al torrente circulatorio y de aquí al pulmón, expulsándose finalmente al exterior mediante la respiración.

El test de hidrógeno espirado consiste en la medición de hidrógeno en el aire que respiramos tras la administración de un azúcar que nos sirve de sustrato según la aplicación que le queramos dar al test.

Fundamentalmente lo vamos a usar en el estudio de:

  • Sobrecrecimiento Bacteriano Intestinal (SIBO)
  • Intolerancia a lactosa
  • Intolerancia a fructosa
  • Intolerancia a sorbitol

¿Cómo se realiza el test?

Soplando en un pequeño aparato que analiza el hidrógeno que respiramos. Se hace una primera medición basal y después de la administración del sustrato se hacen mediciones cada 30 minutos durante un período de 2 horas.

No existen contraindicaciones para su realización.

Indicaciones fundamentales del test

  • Meteorismo
  • Distensión abdominal
  • Dolor abdominal crónico
  • Diarrea crónica
  • Constipación
  • Sospecha de intolerancias alimentarias
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